Declaración de Principios de la
CAYANA: COLECTIVO DE ARQUEOLOGÍA
Febrero 2007
Este es un colectivo en el cual abordan muchos sujetos diferentes, que juntos arriban a un lugar ideal y común. Este viaje define a todos aquellos que abordan ese colectivo, en el cual todos son afectados, cambiados, por la sola interacción. Las ganas de creer que es posible es lo que impulsa a abordar el colectivo, y esta sola acción lo define como real, ya no utópico.
Como un amigo lo dijo, este colectivo tiene un chofer, pero nadie te pica el boleto y los asientos no están numerados. El valor inicial del boleto es muy bajo, uno establece su precio, pero luego puede adquirir un costo muy alto, abandonar la seguridad de lo individual y enfrentarse con uno mismo.
El itinerario de recorrido del colectivo representa la búsqueda en conjunto, con paradas que posiblemente sean muchas y distintas, quizás frustradas, quizás felices, quizás sorpresivas. En su lugar de partida el tanque del colectivo está lleno, mañana probablemente merme, pero se vuelve a llenar con las ganas.
El lugar de llegada es infinito, nunca termina, con o sin sus viajeros, que llevan consigo el colectivo a todos lados. Finalmente, el viaje mismo es regocijante y aleccionador.
¿Por qué formar un Colectivo?
Este es un Colectivo de Investigación-Acción-Militante que se formó en respuesta a las ganas de redefinir la práctica de la investigación arqueológica tradicional que conocíamos desde nuestras formaciones académicas. Fundamentalmente, nos preguntamos sobre los ¿Por qué? ¿Para que? ¿Desde dónde? ¿Con quién? ¿Para quién? y ¿Contra quien? hacíamos investigación.
¿Qué entendemos por un colectivo?
Un colectivo implica para nosotros una forma de pensar colectivamente, poder pensar en nosotros más allá del “yo”. Lo cual supone romper las barreras del emisor y el receptor, lograr desdibujar los límites de ambos para la comunicación. No obstante el “nosotros” tampoco implica negar las individualidades, los sujetos particulares que hacen al colectivo. Cada uno aporta lo que posee, esto hace posible pensarse a uno mismo desde y con el “otro” para construir algo común. De ahí que este colectivo esta compuesto por arqueólogos y no arqueólogos (otros profesionales, sujetos y comunidades en general) reunidos por un objetivo común y para trabajar en coatoría.
Como todo grupo humano, poseemos diferencias, las cuales se complementan, más no se contraponen o enfrentan.
¿Qué significa Colectivo de Arqueología?
Para nosotros la Arqueología es una Ciencia Humana que puede ser todo aquello que nos propongamos, solo estamos seguros de lo que no es. La Arqueología no es:
- Solamente una practica metodológica de campo (excavación).
- Un discurso legitimador.
- Un elemento de prestigio social.
- Un conocimiento acabado, exacto y superior.
- Un conocimiento fragmentario separado de otros tipos de conocimientos.
- Un saber acotado al pasado y desvinculado del presente y futuro.
- Solo la búsqueda de los restos materiales del pasado.
- Un hobby o pasatiempo.
- Un trabajo o relación contractual obligada y alienante.
- Un saber privativo de los arqueólog@s.
Este Colectivo es arqueológico porque esta es sólo la vía de entrada, la excusa de la reunión, como podría ser cualquier otro tema. Es la vía de entrada respecto a nosotros, es desde donde nos hacemos preguntas.
¿Por qué la Cayana?
María y sus hijos nos contaron que en Malimán (Departamento de Iglesia, San Juan, Rep. Argentina) las cosas arqueológicas (¨las cosas de indios¨) no pueden tocarse, porque la radio, la universidad y la gendarmería así lo dicen, pero sin embargo todavía pueden juntarse por ahí las “cayanitas”. Las Cayanas eran antiguas ollas grandes que se usaban para hacer chuchocas, locros, y otras comidas; por extensión algunos de los pobladores más viejos identifican a los fragmentos de cerámica aborígenes como partes de cayanas rotas, de ahí que sean “cayanitas”. Un fragmento que es parte de un todo. Igualmente, la ¨cayanita¨ es eso que todavía es suyo, que no pudo ser expropiado, arrebatado y que, por eso, “es cotidiano” en su convivencia diaria con paisajes sociales de historias remotas. La cayana es libre, es el pasado hecho presente, el espacio de resignificación y, por eso, de resistencia.
¿Cómo trabaja el Colectivo?
No tenemos objeto de investigación, creemos que sólo hay sujetos en interacción. Quienes integramos el colectivo sostenemos la necesidad de confirmar nuestro compromiso sincero con la tarea, y de exigir esto a quienes quieran sumarse al mismo. Este compromiso sincero es un posicionamiento frente a la vida, es un compromiso con el otro, con el colectivo. No es una acción mecánica, es un compromiso personal, es sentir las ganas de querer hacerlo y no sentirse nunca obligado. Es romper con la rutina, animarse, y arriesgarse a reflexionar críticamente y con sentimiento, involucrándose en cada acto mínimo de la investigación-acción.
Cayana: Colectivo de Arqueología.
Escuela de Arqueología, Universidad Nacional de Catamarca
CAYANA: COLECTIVO DE ARQUEOLOGÍA
Febrero 2007
Este es un colectivo en el cual abordan muchos sujetos diferentes, que juntos arriban a un lugar ideal y común. Este viaje define a todos aquellos que abordan ese colectivo, en el cual todos son afectados, cambiados, por la sola interacción. Las ganas de creer que es posible es lo que impulsa a abordar el colectivo, y esta sola acción lo define como real, ya no utópico.
Como un amigo lo dijo, este colectivo tiene un chofer, pero nadie te pica el boleto y los asientos no están numerados. El valor inicial del boleto es muy bajo, uno establece su precio, pero luego puede adquirir un costo muy alto, abandonar la seguridad de lo individual y enfrentarse con uno mismo.
El itinerario de recorrido del colectivo representa la búsqueda en conjunto, con paradas que posiblemente sean muchas y distintas, quizás frustradas, quizás felices, quizás sorpresivas. En su lugar de partida el tanque del colectivo está lleno, mañana probablemente merme, pero se vuelve a llenar con las ganas.
El lugar de llegada es infinito, nunca termina, con o sin sus viajeros, que llevan consigo el colectivo a todos lados. Finalmente, el viaje mismo es regocijante y aleccionador.
¿Por qué formar un Colectivo?
Este es un Colectivo de Investigación-Acción-Militante que se formó en respuesta a las ganas de redefinir la práctica de la investigación arqueológica tradicional que conocíamos desde nuestras formaciones académicas. Fundamentalmente, nos preguntamos sobre los ¿Por qué? ¿Para que? ¿Desde dónde? ¿Con quién? ¿Para quién? y ¿Contra quien? hacíamos investigación.
¿Qué entendemos por un colectivo?
Un colectivo implica para nosotros una forma de pensar colectivamente, poder pensar en nosotros más allá del “yo”. Lo cual supone romper las barreras del emisor y el receptor, lograr desdibujar los límites de ambos para la comunicación. No obstante el “nosotros” tampoco implica negar las individualidades, los sujetos particulares que hacen al colectivo. Cada uno aporta lo que posee, esto hace posible pensarse a uno mismo desde y con el “otro” para construir algo común. De ahí que este colectivo esta compuesto por arqueólogos y no arqueólogos (otros profesionales, sujetos y comunidades en general) reunidos por un objetivo común y para trabajar en coatoría.
Como todo grupo humano, poseemos diferencias, las cuales se complementan, más no se contraponen o enfrentan.
¿Qué significa Colectivo de Arqueología?
Para nosotros la Arqueología es una Ciencia Humana que puede ser todo aquello que nos propongamos, solo estamos seguros de lo que no es. La Arqueología no es:
- Solamente una practica metodológica de campo (excavación).
- Un discurso legitimador.
- Un elemento de prestigio social.
- Un conocimiento acabado, exacto y superior.
- Un conocimiento fragmentario separado de otros tipos de conocimientos.
- Un saber acotado al pasado y desvinculado del presente y futuro.
- Solo la búsqueda de los restos materiales del pasado.
- Un hobby o pasatiempo.
- Un trabajo o relación contractual obligada y alienante.
- Un saber privativo de los arqueólog@s.
Este Colectivo es arqueológico porque esta es sólo la vía de entrada, la excusa de la reunión, como podría ser cualquier otro tema. Es la vía de entrada respecto a nosotros, es desde donde nos hacemos preguntas.
¿Por qué la Cayana?
María y sus hijos nos contaron que en Malimán (Departamento de Iglesia, San Juan, Rep. Argentina) las cosas arqueológicas (¨las cosas de indios¨) no pueden tocarse, porque la radio, la universidad y la gendarmería así lo dicen, pero sin embargo todavía pueden juntarse por ahí las “cayanitas”. Las Cayanas eran antiguas ollas grandes que se usaban para hacer chuchocas, locros, y otras comidas; por extensión algunos de los pobladores más viejos identifican a los fragmentos de cerámica aborígenes como partes de cayanas rotas, de ahí que sean “cayanitas”. Un fragmento que es parte de un todo. Igualmente, la ¨cayanita¨ es eso que todavía es suyo, que no pudo ser expropiado, arrebatado y que, por eso, “es cotidiano” en su convivencia diaria con paisajes sociales de historias remotas. La cayana es libre, es el pasado hecho presente, el espacio de resignificación y, por eso, de resistencia.
¿Cómo trabaja el Colectivo?
No tenemos objeto de investigación, creemos que sólo hay sujetos en interacción. Quienes integramos el colectivo sostenemos la necesidad de confirmar nuestro compromiso sincero con la tarea, y de exigir esto a quienes quieran sumarse al mismo. Este compromiso sincero es un posicionamiento frente a la vida, es un compromiso con el otro, con el colectivo. No es una acción mecánica, es un compromiso personal, es sentir las ganas de querer hacerlo y no sentirse nunca obligado. Es romper con la rutina, animarse, y arriesgarse a reflexionar críticamente y con sentimiento, involucrándose en cada acto mínimo de la investigación-acción.
Cayana: Colectivo de Arqueología.
Escuela de Arqueología, Universidad Nacional de Catamarca